Granjeros y agricultores

Cultivando la tierra

La vida en el Antiguo Egipto estaba enormemente vinculada con la agricultura. Una gran parte de la población se dedicaba a las tareas agrícolas, durando la estación de la cosecha unos ocho o nueve meses. Los cultivos más importantes eran los del trigo, la fruta y las verduras, aunque también había dedicación ganadera, criando vacuno, ovejas o cabras.

Los egipcios cultivaban tres tipos distintos de trigo, varios de cebada; y lino, que era de donde obtenían la fibra textil para su ropa. Como segundo tipo de cultivo, o en terrenos ajardinados, plantaban una amplia variedad de verduras y hortalizas, incluyendo las cebollas, el ajo, el apio, la lechuga, los rábanos, el repollo, los espárragos, los pepinos, las lentejas, los guisantes, las judías y varias especias.
Extraían valiosos aceites vegetales de las semillas de sésamo, lino y ricino. La época de inundaciones era un periodo de respiro para la dura vida del granjero, a menos que fuese llamado para servir en el ejército o en los trabajos públicos (obras, sobre todo). En el punto álgido de las inundaciones, que solía ser alrededor de mediados de agosto, cada granjero debía recorrer sus tierras de labor para cerrar las aberturas de los diques circundantes.
Cuando las aguas del Nilo volvían a bajar y el agua iba desapareciendo poco a poco, dejaba tras de sí una gran cantidad de barro y cieno fertilizante que penetraba profundamente en la tierra de cultivo. Aproximadamente un mes y medio después, el granjero volvía para achicar el agua restante, que se habría vuelto salobre por la evaporación.
Una vez que el agua se había drenado completamente y el suelo era lo suficientemente firme para caminar sobre él, los campos eran arados una o dos veces con bueyes, y usando azadas, se rompían los últimos terrones. Cuando las semillas se echaban sobre los campos, se volvían a usar los animales para enterrarlas bien en la tierra.

El riego

El riego era esencial para una buena cosecha. Los granjeros solían usar dos métodos principales de riego artificial:
1- Canales de riego: pequeños canales que llevaban el agua desde el Nilo y se conectaban mediante pequeños diques. Los canales guiaban las aguas de las inundaciones a los diques, y el granjero podía abrirlos para que el agua entrase en los campos.
2- Shaduf: Introducido durante el Imperio Nuevo, el shaduf era ideal para regar cualquier tierra amplia. Un poste largo en equilibrio sobre una viga transversal con una cuerda y un caldero en uno de sus extremos, y un contrapeso para equilibrar en el otro extremo. Tirando de la cuerda, el caldero entraba en las aguas del Nilo y el contrapeso elevaba el caldero hasta un nivel donde pudiese ser vaciado dentro de un canal o cisterna en uno de los bordes del campo, que distribuía el agua por toda la superficie.
El shaduf incrementó la cantidad de grano recolectado y el área de tierra cultivable. Aún es posible ver shaduf en funcionamiento en la actualidad a las orillas del Nilo en el Alto Egipto.
El aprovisionamiento de agua para los campos y el mantenimiento de los trabajos de riego eran responsabilidades comunales de todo el Estado, pero los propietarios locales, particularmente los nobles provinciales, se veían mucho más implicados en estas tareas que el gobierno central.

Los propietarios

La agricultura y la ganadería eran un pilar central para la sociedad del Antiguo Egipto, como ya se ha dicho, y como tal, la mayor parte de la población estaba directamente relacionada con estas actividades, con la excepción de la realeza, la nobleza y los escribas. Los miembros de la nobleza, de todos modos, se veían envueltos en las actividades económicas de la agricultura, ya que eran ellos los que solían poseer las tierras de labranza y debían supervisar todas las labores del campo.
Los granjeros a tiempo completo generalmente trabajaban la tierra de propietarios ricos, y se les pagaba con comida, ropa y refugio. Las familias podían alquilar la tierra algunas veces a estos propietarios, y estaban obligados entonces a dar un porcentaje de sus cosechas al arrendador como pago.
Otros, quizás menos afortunados, debían dragar canales, recuperar la tierra y preparar el suelo como pago al gobierno central. Si intentaban eludir estos trabajos, el grangero y su familia podían ser castigados.
Los granjeros normalmente estaban vinculados a la tierra que trabajaban. Esta tierra podía ser administrada por el estado, pertenecer a un templo, o incluso formar parte de la dotación de una tumba. Incluso si la tierra era vendida o cambiaba de manos, los granjeros estaban todavía obligados a trabajar esas tierras.
La propiedad de la tierra podía cambiar de manos ocasionalemente por eventos políticos, aunque se cree que estos cambios no debían alterar demasiado la naturaleza o la forma del trabajo del granjero.