Dinastía II (2770-2650 adne)

La Dinastía II de nueve reyes de Tinis descrita por Manetón presenta incluso más problemas que su predecesora. Cuatro de los nombres que da son reconocibles (a pesar de las enormes distorsiones) en la lista real de la época Ramésida, aunque es necesaria una gran dosis de perspicacia para mostrar cómo el llamado Tlas por Manetón tuvo su origen en el rey Weneg, conocido sólo por fragmentos de cuencos almacenados en las galerías subterráneas de la Pirámide Escalonada. La lista real enumera once reyes en lugar de los nueve de Manetón, pero de éstos sólo cuatro se encuentran confirmados en los monumentos. El orden de los cinco primeros reyes está establecido con certeza, pero los restos que nos han llegado ignoran a Boethos y Kaiechos y nos ofrecen en su lugar a Hotepsejemui y a Nebra. El primer nombre es interesante, ya que significa "Los Dos Poderes son pacificados", y pronto encontramos evidencia de que esta expresión implica la recuperación del orden tras una condición anterior de tumultos o anarquía, la razón por la que la transición de la Dinastía I a la II puede ser así divinizada. Aunque Boethos es desconocido en los jeroglíficos contemporáneos, la forma Bedyau en la que la lista real lo introduce se encuentra en una vieja tablilla de escritura del Imperio Antiguo frente a cinco reyes bien conocidos de las Dinastías IV y V. Con el tercer rey, Keyn II, llegamos a una secuencia de tres reyes llamados Binothris, Tlas y Sethenes, donde concuerdan los monumentos, las listas reales y Manetón, ya que Binothris parece ser la forma equivalente y extendida del nombre jeroglífico que al ojo parece leerse Nutyeren, aunque algunos estudiosos han argumentado en favor de las transcripciones Ninetyer o Neterimu. En lo que respecta a Tlas, ya se ha hecho un comentario anteriormente, y Sethenes es indudablemente el Send al que regresaremos más tarde (un nombre realmente curioso, ya que significa "el Temeroso"). Deber ser añadido aquí, de todas formas, que Ninetyer preside la cuarta línea de la Piedra de Palermo de un modo que nos muestra que debió de reinar no menos de treinta años.
Con la excepción de Nebka, los restantes seis nombres de la lista real son un misterio, ya que no se ha encontrado ni rastro de sus portadores en ninguna parte. Neferkara, el Nephercheres de Manetón, podría ser ficticio, ya que la referencia al dios solar Ra en la terminación del nombre parece ser posterior, y de hecho hay monarcas llamados así en las Dinastías VI, VIII y XXI. Incluso el 'Aha que coincide en la lectura correcta de ese nombre en el Canon de Turín, podría tratarse de un caso aislado posiblemente como resultado de una corrupción de la palabra. De todos modos los Neferkaseker, Hudyefa y Beby de la tradición ramésida no pueden ser desechados tan fácilmente, más aún si el Canon les atribuye reinados de duranción sustancial. Sólo se puede suponer que Manetón y sus precursores los consideraban superiores a ciertos reyes del sur que fueron completamente ignorados por ellos.